El Centro de Recursos Tecnológicos Inclusivos (CERETI) de la Dirección General de Inclusión y Acompañamiento (DGIA) celebró su décimo aniversario, con el estreno de la obra teatral «El país de los Sin-ceros». Este destacado hito marcó una década de compromiso continuo con la inclusión y la equidad de oportunidades en la comunidad universitaria.
La obra «El país de los Sin-ceros», fruto de la colaboración con la compañía de teatro Aspi-teatro del Centro Ágape, fue una puesta en escena conmovedora que tocó las emociones de todos los asistentes. Los espectadores fueron transportados a un país donde todos los números cobraron vida y donde la eliminación del número cero desencadenó un profundo cambio en la sociedad, eliminando años, fechas importantes y mucho más.
A través de una mezcla magistral de momentos cómicos y emotivos, la obra planteó preguntas profundas sobre la importancia de la inclusión y el respeto hacia la diversidad en nuestra sociedad. Con un elenco excepcional compuesto por jóvenes provenientes del Centro Ágape y participantes de CERETI, la obra cobró vida de manera única.
Este evento no solo celebró una década de logros y avances en la misión de CERETI de acompañar a estudiantes con discapacidad, sino que también resaltó la importancia de su labor continuada en la creación de un entorno académico inclusivo y accesible. “Agradezco el trabajo del equipo de CERETI, el cual nos ha ayudado en la labor de construir una Universidad más inclusiva. Luego de una década de trabajo incansable podemos decir que nuestra Universidad cuenta con un centro reconocido en esta temática”. Compartió el Dr. David Figueroa Hernández, Vicerrector Académico de la Universidad Católica de Temuco.
Desde sus inicios, CERETI ha estado bajo la dirección de Marcela Cisternas Vega, quién reflexiona a partir del estreno de la obra: “En este rato todos los asistentes nos hemos reído mucho, pero estoy segura que además hemos reflexionado mucho y lo seguiremos haciendo. Es importante reflexionar sobre la diversidad de las personas, es algo que en CERETI practicamos todos los días”. Y concluye: “Somos un árbol grande, que tiene raíces tanto dentro de nuestra universidad como fuera de ella, esperamos que este árbol sea añoso y que continúe dando sus frutos”.
CERETI agradece a todos y todas los y las que fueron parte de este viaje y espera continuar sirviendo como un faro de apoyo y orientación para estudiantes con discapacidad en los años venideros.